La Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM) acaba de publicar un documento que es innovación pura y dura: sus «Recomendaciones de no hacer para médicos, prescriptores y pacientes».
El documento de «Recomendaciones de no hacer» es básicamente un consenso de las pruebas que, según el criterio de nuestros compañeros de Radiología, no deberían hacerse debido a que han quedado obsoletas o son de dudosa eficacia o utilidad. Su objetivo es muy claro: mejorar la calidad de la atención médica y reducir los riesgos a los que está sometido el paciente a través de un documento de buenas prácticas en Radiología.
Deberían realizarse sólo las pruebas en las que se reduzca la dosis de irradiación sobre los pacientes y las que, por su menor coste y eficacia incidan en la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud
¿Por qué me parece un documento innovador? La práctica médica actual, desgraciadamente, ha trasladado el peso de la relación médico-paciente a la realización de todo tipo de pruebas diagnósticas. Hasta el punto de que si acude un paciente a consulta y no le pides alguna prueba parece que no le has hecho caso. Además, la investigación actual, sobre todo en cardiología, está basada en el desarrollo de fármacos que añadidos al estandar optimo habitual mejoren el pronóstico del paciente. El resultado es que, como sabemos todos, la medicina es cada vez más cara y compleja.
Este documento de «Recomendaciones de no hacer» es la primera guía publicada por una Sociedad científica en la que se hace un listado de pruebas sobre las que hay consenso de que aportan poco al paciente. Salvo radiación y gastos. Algunas tan frecuentes como «Radiografía simple rutinaria en todos los pacientes con traumatismo de tobillo». Y aportan un marco de referencia en el que puede apoyarse al médico que está evaluando al paciente.
Hay tres recomendaciones que caen dentro de la práctica clínica diaria del cardiólogo:
- No se debe administrar contraste intravenoso a ningún paciente sin haber hecho las comprobaciones de seguridad previas: Historia de alergia a contraste o de insuficiencia renal.
- No se debe hacer radiografía de tórax preoperatoria de forma rutinaria de forma sistemática a todos los pacientes salvo en cirugía o situación clínica del paciente de riesgo porque radia y es muy poco rentable.
- No se debe hacer radiografía de tórax sistemática diaria a los pacientes ingresados en las unidades de agudos, salvo cambio clínico o colocación de algún tipo de aparato de soporte vital, ya que no ha demostrado tener impacto en la evolución de los pacientes o en el tiempo de ingreso.
El documento es brillante y necesario en este tiempo de estrecheces económicas sanitarias. Sin embargo su aplicación clínica real es más que dificil.
- Por la «inercia» de los procesos que están sólidamente admitidos. Por ejemplo, en mi consulta veo a diario pacientes jóvenes sanos que se remiten para valoración previa a ciruígas del estilo de una hernia umbilical que no son admitidos hasta no tener visita por el cardiólogo, placa de tórax y ECG. ¿Será posible convencernos todos de que la placa no es necesaria?.
- Por la «presión» que aplican los pacientes. Un paciente que más que pide exige una placa para que «se mire bien» que el tobillo no tiene fracturas o una placa para que «se mire bien» que no hay nada en la columna en una lumbalgia es una situación que muchas veces se resuleve haciendo la placa por no tener discusiones.
Mi pregunta para los sabios. ¿Tendríamos que hacer lo mismo en Cardiología? ¿Se podría pensar si existe alguna práctica que no sea necesaria por no ser efeectiva o haber quedado obsoleta?
Excelente iniciativa para concientizarnos en un sin número de pruebas sin sentido, por inercia o inducidas por el pacientes o familiares, eso lo vemos en todas las especialidades y a diario
Saludos
Saludos desde Rep.Dominicana . Me inclino muy favorablemente con esa preocupacion y esa buena i
niciativa por mejores practicas clinica.
Buena iniciativa pero de Innovación poco , al menos en en el sentido del definición del termino (introduccion novedades.). En cuanto a la pregunta del autor la respuesta es SI http://www.choosingwisely.org/societies/american-college-of-cardiology/
Permiteme que vea las cosas un poco distintas.
En medicina habitualmente vamos por detrás del mundo de empresa 6-7 años en promedio, asi que cuando usamos la palabra «innovacion» suele ser por algo nuevo en nuestro campo que en realidad no es nuevo porque lleva años funcionando en otros campos.
Hay un estudio que estima que aproximadamente el 40% de las consultas externas de cardiologia (supongo que será parecido, aunque con otros porcentajes en otras especialidades) realmente necesarias. Asi que encontrar una forma eficiente de reducirlas sería toda una revolucion en medicina (¿innovacion?). El ejemplo que nos traes en Choosing wisely está muy bien, pero es solo la punta del iceberg. Y se refiere a unas pocas indicaciones de pruebas diagnósticas y especialmente obvias. Asi que queda mucho trabajo por hacer….
Quizás estas recomendaciones sean la primera piedra…
Saludos
Excelente JJ, para pensar, un gran saludo.